Ayer ya les enseñe el enfrentamiento que tuvo el martes por culpa de un fotógrafo que tropezó con Tish, pues el miércoles volvió a tener una pelea con otro fotógrafo.
Resulta que Miley salía del gimnasio y no le gustó nada encontrarse otra vez con más paparazzi y se enfadó muchísimo ¡incluso quería quitarle la cámara de vídeo a uno de ellos! A la pobre se la veía bastante agobiada y sin saber qué hacer ¿encararse con ellos? ¿Ignorarlos? ¿Llorar?
Ninguna de estas tres opciones es buena, así que lo mejor para no perder los nervios es tomar un descanso y tratar de relajarse porque estos últimos meses Miley ha tenido mucha presión: rodaje de pelis, grabación del disco, separación de sus padres, preparar la gira…
En fin que unas vacaciones no le vendrían mal para desconectar un poco.
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