Un momento de pánico fue el que vivió Lindsay Lohan la noche de ayer luego del escándalo que provocó su padre, quien durante varias horas intentó ingresar a su domicilio en Los Ángeles.
Según el portal TMZ , Michael Lohan golpeó y pateó por un buen tiempo las puertas y ventanas del departamento de su hija en su afán de verla. Ella en cambio optó por esconderse en su residencia y hacer caso omiso a los gritos de su padre.
Actualmente, Lindsay se encuentra bajo libertad condicional tras ser acusada de robar una joya valorizada en más de dos mil dólares. La actriz debe mantener una conducta libre de altercados si es que no quiere volver a prisión.
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