sábado, 14 de mayo de 2011

Britney Spears no está bien de la cabeza

La madre de la estrella del pop, Lynne Spears, asegura que su hija no está "mentalmente capacitada" para testificar en el juicio en el que el ex- manager de la cantante ha acusado a la progenitora de la cantante de difamación.

Aunque la cantante está haciendo todo lo posible, la vuelta a la cima está resultando ser un camino arduo y tortuoso. La carrera de la diva, que despuntó a finales de los 90, cayó en 2008 cuando tuvo que ser ingresada en un centro hospitalario por problemas derivados del abuso de drogas y de una tortuosa relación con su ex marido Kevin Federline.

Con la ayuda de sus padres, que han asumido su tutela, y de su nuevo manager y amigo, Jason Trawick, la cantanteha conseguido relanzar su carrera de nuevo con un lavado de imagen y publicando un nuevo disco.

Sin embargo Sam Lufti, el antiguo manager de la cantante, no parece estar dispuesto a quedar relegado de sus funciones y ha demandado a la madre de Britney, Lynne Spears, por difamación e incumplimiento de contrato. La progenitora de la cantante escribió en su libro Through the Storm, publicado en 2008, que prescindieron de sus servicios laborales porque el ex manager manipulaba a su hija y le suministraba drogas sin su consentimiento ocultándoselas en la comida.

Sam Lufti ha solicitado que Britney participe en el juicio contra Lynne Spears aportando su testimonio, algo a lo que Lynne se ha negado en rotundo alegando que su hija no está “mentalmente capacitada para hacerlo”. Lufti no ha quedado conforme y ha solicitado una evaluación psiquiátrica de la cantante para certificarlo.

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